pexels-photo-897817-897817.jpg

Así te enferman tus emociones

Se define a la emoción como una serie de reacciones que experimentamos a partir de estímulos externos y son además experiencias que todos sentimos a lo largo de nuestra vida.

Algunas emociones básicas son las siguientes: enojo, alegría, miedo, asco. 

Cada emoción produce una reacción química en nuestro cuerpo a través del sistema endocrino. Por ejemplo, cuando sentimos alegría, nuestro cuerpo produce dopamina y serotonina, que son neurotransmisores asociados a la felicidad y el estado de ánimo.

En cambio, cuando experimentamos enojo, nuestras glándulas producen cortisol, que es la hormona del estrés, la cual nos prepara para la huida en casos en donde nuestra vida o integridad física pudiera estar en peligro.

En ambos casos, podemos decir que los excesos son siempre nocivos a nuestra salud y por ello es que una emoción nos puede enfermar, ya que desencadena una seria de eventos bioquímicos alterados en nuestro cuerpo, ejemplo:

Si experimentamos constantemente sensación de peligro, esto nos produce estrés, que a su vez induce a la secreción de cortisol y si este no se elimina, queda almacenado en nuestro cuerpo y nos comienza a inflamar y acidificar, lo cual provoca que nuestro sistema y nuestras células se oxiden y nuestros órganos se vuelvan disfuncionales.

Muchos de los casos clínicos que personalmente he atendido en mi consultorio como terapeuta holístico, está en relación con las llamadas enfermedades crónicas, que son aquellas en las que se presenta una inflamación constante en el cuerpo y es interesante observar, que la mayoría de los pacientes que presentan estas inflamaciones, son personas que en sus historias de vida, han pasado por momentos traumatizantes a nivel psicológico y no han sabido gestionar bien esas emociones.

Muchas de las personas con fibromialgia, por mencionar un ejemplo, son personas que presentan altos niveles de ansiedad y de estrés generalizado. El cual podría pensarse que es producto de la incomodidad que provoca el dolor constante en el cuerpo, debido a esta enfermedad. Sin embargo, mi experiencia personal, quienes padecen de este trastorno, ya eran personas afectadas por el estrés mal gestionado desde antes de padecer la fibromialgia.

Entonces se vuelve un círculo vicioso, en donde el estrés constante produce un exceso de cortisol y este inflama al cuerpo, y esa inflamación produce dolor, que genera estrés y más cortisol y así se sigue la cadena hasta que se deteriora cada vez más el cuerpo y se van desarrollando una serie de disfunciones orgánicas en cadena.  Además de que el sistema inmunitario se ve tremendamente afectado con los niveles altos de cortisol y esto hace que se vea imposibilitado para atacar los patógenos que ingresan al cuerpo.

Siempre se ha sabido que un sistema inmunitario comprometido, resulta más ineficaz para defender al cuerpo.

Muchos médicos hoy en día descalifican la idea de que las enfermedades (no todas por su puesto) puedan venir a partir de las emociones mal gestionadas. Sin embargo, creo que están olvidando que el cuerpo está unido en todas sus formas, desde la parte física, emocional y espiritual, y cuando una de ellas se des balancea, puede afectar a las demás.

Un ejemplo de esto, es la injerencia que tiene el cortisol sobre el sistema inmunitario. Se dice que el estrés todo lo empeora, y es así, puesto que cualquier médico sabe que un grado de estrés amplio afecta la capacidad del organismo para defenderse sobre la amenaza de cualquier patógeno.

Lo que pensamos, lo que sentimos, produce neurotransmisores, sean de felicidad o de estrés, por lo que resulta importante saber experimentar, pero también saber perdonar y olvidar.

Se dice que la mayor virtud que podemos tener a nivel personal, es la virtud del perdón, ya que esto nos hace olvidar la cuenta del daño que hemos recibido y hace que nuestro corazón esté más tranquilo y nuestro cerebro descanse de un estrés constante, puesto que recordar es revivir y revivir es resentir.

Tratemos de recordar o enfocarnos en la parte positiva para estimular a nuestro cuerpo a evocar neurotransmisores de tranquilidad y felicidad.

En conclusión, podemos decir que tener un corazón tranquilo alarga la vida y salud de quien lo posee.

pexels-photo-897817-897817.jpg

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *